Maquillaje francés paso a paso

Maquillaje francés – línea de los ojos y labios.

El maquillaje francés se caracteriza por una línea de los ojos precisa y por unos labios muy marcados. En el look francés clásico, las líneas de los ojos son negras y los labios rojos. Eso sí, en la temporada de primavera/verano 2015, parece que los colores de moda son un poco diferentes. En lo que respecta a los ojos, todos los tonos de azul, especialmente el azul cobalto, son los más elegidos. Los labios, a su vez, deberían cubrirse con todas las tonalidades de rojo, empezando con el color bermellón. Lo más importante es que la forma de la línea de los ojos tiene que ser nítida y estar claramente definida. Además, la línea de los ojos tiene que ser lo bastante larga para enfatizar las pestañas, haciendo que se vean más densas y sacando los ojos de los párpados caídos. En lo que respecta a los labios, si uno quiere conseguir el clásico efecto del maquillaje francés, entonces hay que acordarse de perfilarse los labios con un delineador de labios de color carmín. En cualquier caso, el estilo ombré parece estar bastante de moda hoy en día. Este estilo se caracteriza por una aplicación gradual del color. El efecto se consigue graduando la intensidad del color del lapiz de labios mediante la aplicación de capas gruesas y capas finas.

 

Maquillaje francés paso a paso.

Antes de tomar una decisión respecto a la aplicación del maquillaje francés, es aconsejable cuidar primero de la piel. Exfolia tu cutis, aplica una mascarilla facial y después una crema hidratante. Cuando el cosmético se absorba completamente, aplica una base de maquillaje ligera, una crema BB o un corrector. Recuerda que el maquillaje francés se identifica por la naturalidad, la simplicidad y la delicadeza. En otras palabras, el rostro contorneado y las mejillas ruborizadas no juegan un papel principal en este estilo de maquillaje. Lo más importante son los ojos y los labios. Además, la base de maquillaje o cualquier otro cosmético que utilices para cubrir tu rostro debería tener un tono que haga juego con tu cutis. Al final, empolva la cara. Recuerda no aplicar una capa gruesa de polvos sino sólo pequeños toquecitos, especialmente en la parte media, la llamada Zona T, ya que es la que más brilla.

Cubre tus párpados con una sombra de ojos carne. Puede contener partículas brillantes o incluir tintes marrones. Con un tono ligeramente más oscuro, marca el pliegue de los ojos. Pero ten cuidado, no te pases con la cantidad de cosmético y el contraste entre los tonos. Obviamente, al final, aplica un rímel a las pestañas. En caso de que se formen grumos, o de que las pestañas se apelmacen, péinalas con un accesorio de maquillaje especial. ¡Y no te olvides de la línea de los ojos! La línea debería ser un poco más ancha en la esquina externa del ojo e ir un poco hacia arriba.

Ahora puedes aplicar una base en los labios. Perfílalos con un delineador de labios del color del lapiz de labios y rellénalos con el lapiz de labios. Un consejo útil, si lo aplicas con un pincel fino, el color será más vivo y durará más. Al final, cubre los labios con un brillo de labios incoloro. Esto suavizará ligeramente la intensidad del maquillaje.